Sur Astronómico

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Rayos-X desde DG Tauri

Enzo De Bernardini
Lunes 14 de abril de 2008
Noticias
Rayos-X desde DG Tauri

La joven estrella DG Tauri se localiza en la constelación de Taurus, en una región de formación estelar ubicada a 450 años luz de la Tierra. La fuente brillante de rayos-x en el centro de la imagen del telescopio espacial Chandra (pié de página) es DG Tauri y sus dos jets extendiéndose a unas 700 unidades astronómicas en ambos sentidos.

Un análisis detallado de la imagen muestra que el contra-jet (arriba a la izquierda) es, en promedio, más energético que el jet opuesto (abajo a la derecha) La explicación preferida es que parte de los rayos-x de baja energía del contra-jet son absorbidos por el disco alrededor de DG Tauri, mostrando a la estrella y las regiones internas de los jets.

Se detectan rayos-x de alta energía provenientes de la joven estrella, parcialmente absorbidos por corrientes de materia moviéndose desde el disco hacia la estrella, pero el disco en sí demasiado frío como para ser detectado por el Chandra.

Los efectos de los jets en los alrededores pueden llegar a ser significativos. Los investigadores han sugerido que los rayos-x de una típica estrella joven pueden afectar significativamente las propiedades del disco circundante, calentándolo y creando partículas cargadas al quitar los electrones de los átomos (en un proceso denominado ionización) Estos rayos-x pueden golpear el disco en un ángulo agudo, mitigando los efectos. En el caso de DG Tauri, el poder combinado de los rayos-x en los jets es similar al de una estrella joven de relativamente modesto brillo en rayos-x, pero los rayos-x de los jets tienen la ventaja de golpear el disco de forma mucho más directa.

DG Tauri posee aproximadamente la misma masa del Sol, pero es mucho más joven. Tiene una edad aproximada de 1 millón de años, comparada con los 4500 millones de años de nuestra estrella. Las imágenes del Chandra sugieren que la joven Tierra y sus alrededores han sido bañadas en emisiones de rayos-x, de forma similar a la que sucede con DG Tauri. Estos efectos podrían ser buenos, ya que el disco ionizado generaría turbulencia, lo que habría afectado la órbita de la Tierra. Por otro lado, la radiación del disco pudo haber sido importante en la producción de moléculas complejas las cuales terminaron formando los planetas.

Credits: X-ray: NASA/CXC/ETH Zuerich/M.Guedel et al.
Illustration: NASA/CXC/M.Weiss

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